Con un río en creciente y con una cálida temperatura de otoño, recorrimos el riacho miní en semana santa.
4 Kayakistas buscando un reparo del ruido de la ciudad y los pescadores motorizados. Encontramos un paraje paradisíaco, gracias a varias tapias que sorteamos de camino, aislándonos de los ruidosos pescadores humeantes. Se organizó un lindo concurso de pesca deportiva, donde algunos entraron en concurso y otros solo preparaban la cena.
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